Sobre Aniceto de Fabio

Fabio nos ha regalado otra dosis de belleza, quizás la ultima según leí en agoreros diarios y no quería perder, desde este espacio, la oportunidad de homenajear humildemente su obra al menos sea comentándola.
Como es habitual en mi, me gusta comenzar pintando un poco la flora y la fauna que contextuaba el cine donde se proyectó el film, luego comentare lo que se refiere puramente a la obra.

Acto Primero
Sábado 23hs, calle Lavalle, lugar y hora propicia para la confluencia de las más variadas y raras figuras porteñas. La hora en que Buenos Aires, a mis ojos hambrientos, se pone más linda porque aquellos turistas aviesos de productos regionales se repliegan en sus hoteles a elogiar esto o a criticar lo otros, como si por haber permanecido algunas pocas horas en esta bendita ciudad hayan adquirido repentinamente el criterio y la capacidad para juzgarla. De ese grupo solo salen aquellos más aventureros en busca de lo más exclusivo que puede ofrecer esta tierra, sus personajes incluidos artistas callejeros, artesanos, vagos, prostitutas, proxenetas, linyeras y chorros. Entonces lo queda en la calle son los personajes que viven de ella mezclados con ocasionales paseantes en busca de diversión.
Ya desde la puerta del multicine sentada en un futón (sillón bajo sin respaldo ni apoya brazos) a la espera de la función una adorable señora de baja estatura que bien podría ser la abuela de Fabio o la de cualquiera de nosotros, susurro a modo indiscreciones valiosas premisas acerca de los entretelones de la producción de Niceto, fuente dada por el iluminador de la película e hijo de una muy buena vecina, paso a enumerar:
1º Fabio se encontraba durante el rodaje en cada vez peores condiciones de salud tanto que llego al estreno en sillas de rueda.
2º los actores habían trabajado con total libertad pues no contaban ni con libreto ni con director que influyera sobre lo que solo ellos mismos querían expresar, ya que Fabio se abstenía de hacer comentarios e incluso gestos cuando los susodichos ejecutaban sus performances. Comentaba la señora que luego de actuar los actores se quedaban esperando, lo que seria normal, la aceptación o la reprobación del director pero este se mantenía ausente y no aportaba comentario lo que generaba un marcado desconcierto, pero a fuerza de libertad e confusión finalmente los actores-bailarines se desenvolvieron tal como lo esperaba el director
Pienso y asocio esta práctica al catolicismo que el director profesa habitualmente, este proceder coincide con la teoría de que todos somos portadores y reflejo de la obra de dios o sea de la belleza y que cada uno sabe inconcientemente como aflorarla. Practica surrealista si las hay.
Después la señora confesó con ojos todavía capases de soñar que Fabio encarnaba un hombre apasionado y que hasta como cantor lo dejaba claro


Acto Segundo
Después del habitual corte de boletos se abría en la penumbra una sala semi vacía con media docena de cabezas recortándose contra la pantalla, lo que inmediatamente me hizo pensar, sabiendo que se trataba de una película en clave de ballet, en la apuesta arriesgada que hacia Fabio si pensamos como receptor en un publico inexistente cuando se trata de consumir cine no convencional.
Nos acomodamos en las duras butacas y en la oscuridad se oían los murmullos de los dos o tres pequeños grupos de personas con las que compartiría lícitamente la proyección, así que agucé el oído y me dispuse a captar comentarios, llámenme chusma si quieren. Los de atrás, después de una entrada estruendosa y de proferir malísimas calificaciones al estado decadente de la sala, hablaban de la epidemia de gorilismo que actualmente contagiaba a la población y recomendaban cuidarse del crecimiento excesivo de bello primate muy propio de los años 50 haciendo referencia al actual conflicto del gobierno con el campo que polarizó como en antaño a la sociedad entre peronistas y antiperonistas. Los cosos de al lado, como el primero otro grupo de tres, también hablaban de peronismo, pero con la particularidad del típico acento ebrio de barrio bien o de buen vino, aquel que inmortalizo…. Yo a esa altura ya creía haberme remontado en el tiempo, aunque pensándolo bien Fabio era capaz de convocarlos y el Peronismo de conglomerarlos en su clásica heterogeneidad sectorial que albergo, sin escándalo, desde organizaciones armadas de izquierda como montoneros hasta personajes como Isabelita, Lope Rega y su famosa triple A ultraderechista, pero volviendo al presente lo mas triste de todo es que seguíamos discutiendo lo mismo.
Más abajo desde la primera fila, minutos antes de empezar la proyección, y luego de variados shshshhhs!!! Se escucho el delicado grito de – ¡Tarado de mierda podés apagar el celular de una vez! Como respuesta a tal provocación solo se oyó una especie de grito ahogado, la revancha vendría después. Seguidamente la película comenzó sin altercados Y Fabio hizo su show.

Acto Tercero
Una vez que nuestro ojos se fundieron en la pantalla todo fue sueño, parecía como si un pasado simplísimo y romántico viniera a decirnos que no estaba muerto que vivía através de hermosísimas imágenes y sonidos en nuestro inconciente, entonces inaugurando el viaje lo primero que vimos pasar como en una calesita fue un Fiat 600 que atravesado por la luz del mas allá nos ofrecía sueños viejos portadores de nubes de felicidad con sus altoparlantes. Siguieron paisajes irreales, paredones Fabiescos, cuerpos que hablaban en danza, gallos de riña bellamente estetizados en una sangrienta pelea, hasta parecer estáticos como pintados en una estampa japonesa y este efecto logrado por el artista amenizaba la violencia que reproducía la escena hasta dejarla en segundo plano, era como ver el fuego y las flores juntas.
La historia fue casi inexistente, no había un gran relato, las relaciones entre los personajes eran simples Pero, pensándolo bien, tal vez la intención del director no era contar una historia sino mostrar la belleza latente en cada simple acontecimiento humano que incluye hasta la muerte.

Continuara…